Latido del alma
Se vino el verano, se vino la primavera, se vino el otoño y atrás llegó sin faltar el invierno, todos juntos de la mano en una danza sin cesar. El invierno brilló y tomó al veranos de las manos y lo tiró hacia el cielo con todas sus fuerzas, el otoño y la primavera tomados de la cintura se separaron para atajar al verano y una vez más la llama del sol naciente creó la aurora boreal de un sueño inexistente, y en un abrir y cerrar de ojos el telón calló y la funcionó de esta danza terminó.