Oscuridad en un Valle de Luz

Han pasado casi dos inviernos y a pesar de que el clima ha enloquecido y nos ha brindado calor en medio de esta ventisca, a medida que la mañana se aproxima el día se torna más oscuro, más tenebroso, no se sabe si desatará un tornado que arrasará con todo o si es solo la madre tierra quien nos ha querido jugar una broma de esas que de vez en cuando le gusta hacer. La figura del espanta pájaros está ahí en la huerta, irradeando de protección a ese cultivo que va creciendo poco a poco, sin embargo de vez en cuando y sin que el dueño lo note, una sombra se ha ido acercando poco a poco, encarnándose cada vez más, redoblando paso cada vez que puede, cada vez que esa luz lo aleja un poco más. Todo se vuelve espeso, ya no es una sombra, es un ente buscando su lugar en esa tierra de apariencia fértil, es un ente que ha cobrado presencia física en este mundo, es un ente que a cada paso que da clava sus raíces en la tierra que lo vio llegar y se entraña en ella cada vez que puede. El dueño se ha percatado, y ha intentado sacarlo con la pala mas no ha sido así pero si lo ha logrado hacer retroceder. Mala yerba nunca muere decían, maña yerba nunca muere y como tal se niega a cantar su epílogo antes del amanecer, antes de que ese luego día llegue por fin a calentar esa tierra noble, esa tierra desconocida que alguna vez se creyó conocer.