Comienza a amanecer y no sé si realmente quiero levantarme, parte de mi me hace levantar los brazos y buscar el sol entre lo que queda de oscuridad, parte de mi hace levnatar los brazos y buscar no solo el sol sino el calor que mil estrellas son capaces de dar en una sola noche, parte de mi cruza mis brazos entre si para no dar paso a una brisa fresca, parte de mi está respirando y en cada suspiro embarra mi boca con una sonrisa llena de paz, llena de optimismo, llena fe, llena de cariño, parte de mi ha recobrado ese latir, latir de un nuevo día, latir de una nueva noche, parte de mi quiere salir corriendo y acostarse en el cesped nuevamente dejando que la brisa recorra cada parte de mi cuerpo haciéndome cosquillas, cosquillas que siento ahora mismo, quién dijo que la luz no da cosquillas?, he descubierto que hasta lo que nos parece intangible es capaz de tocarnos y hacernos recordar sentimientos que estaban dormidos en los más profundo del alma.

Quiero de esa luz, de esa luz de Sol que se ha asomado por mi ventana, pero también quiero la luz de las estrellas que besan mis sueños en cada noche que llegan a mi cama.

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