El Mundo de Nunca Jamás

Una vez soñé contigo, con el equilibrio absoluto, la paz, fue como un milagro, milagros de esos que ocurren millones de veces en la vida, cual nacimiento... me encontraba flotando sobre la nada mientras tanto el suelo se revienta y se eleva hacia el espacio sideral girando y creando el cuerpo, el fuego se fusiona con el agua que alguna vez fue su peor enemigo entrando en un unisono llenando una nueva alma, llenando una vida y finalmente despertándose con un respiro suave en su nariz proveniente de la más suave y delicada brisa. Final mente se elevó al cielo y como una honda explosiva se extendió por todo le planeta contagiando a todo ser humano por cuanto tocaba y abriéndole los ojos a la verdad, permitiéndose entrar en una armonía interna y externa, permitiendo llegar a un equilibrio con el resto de la humanidad.

Hoy desperté en un sueño profundo de un gris claro, en una noche cuya Luna brillaba más que el Sol, cuyo reflejo de cada gota que cae resuenan en una rapsodia de nunca acabar, un rapsodia sin nombre, una rapsodia que aún no tiene final, de la cual cada vez que corro, el tiempo se relentiza deteniendo cada célula de mi cuerpo hasta querer dormirme dentro de la realidad. Al final de cuentas no sé bien si soy yo u otra persona quien está soñando, o si simplemente es un recuerdo inventado, que va y viene pellizcando mi piel a fin de probar que es real.

¿Quieres saber que siento? mira al cielo. ¿Quieres saber que quiero hacer? mira al suelo. ¿Quieres saber la realidad? mira delante tuyo y más allá. Así empezó... Un órgano de piedra que fue guardado en lo más profundo de una caja fuerte hoy fue expuesto como una pieza antigua ante un pueblo que ya había olvidado su existencia, la observaba como un objeto nuevo, único e invaluable. Un objeto que se vuelve adictivo al tacto, es radioactivo, con un alto nivel de peligro biológico, un arma potente, de doble fijo, capaz de herir incluso a su usuario si no es usado con cautela. Los cerrojos se han roto, se ha liberado lo que se intentó retener por toda la eternidad. La victima desconocerá su destino al igual que el mismo asesino. Hoy las manos sucias corrompieron lo que había estado puro por décadas. Sólo queda nada....

El día se tornó gris... ese día  llovían lágrimas de un ser oculto, un ser dormido, mas no se saben si eran de felicidad o de tristeza, mas lloró por horas mientras ambos jueces rezaban y gritaban a su nombre para que se manifestara de nuevo en esta tierra, en esta pradera. No es juez ni verdugo, pero fue liberado de nuevo para traer caos y destrucción a todo aquel que pida ser salvado x una mano cubierta de sangre. No es nadie, un alma, un alma que nadie puede ver, que todos liberaron de nuevo esperando no la salvación, sino un caos universal engendrado en una semilla de sonrisa, una sonrisa alada que viajó kilómetros de distancia para traer el aviso del nuevo amanecer, el nacimiento. Hoy miles de manos intentan abrazar a ese ser, mas son quemadas con la llama de un alma nueva, un alma también alada, un alma armada de pies y cabeza cuya esencia daña solo a aquellos que quieran dañar a ella. Esta oda no nace de mi corazón, sino es el híbrido de cincuenta bestias que decidieron u

Hoy nace la muerte en una cuna de pétalos de rosas, de margaritas, de muchas orquídeas. Hoy nace trayendo un mensaje de paz, armonía, felicidad, risas, llantos y un sin fin de sentimientos y emociones que todas en conjunto son algo único e inexplicable para la humanidad. Hoy nace el primer día de lluvia, la primera lágrima que derramó el rostro de un ángel caído la cual invocó a Noé y a su arca para buscar un nuevo amanecer. Hoy nace el puño de aquel escritor que alguna vez había muerto y hoy resurge de entre las cenizas aclamando su voz, su voto, su  modus vivendi , su alma. Hoy nace aquellla gudaña que se pensó en épocas pasadas que nunca más regresaría al Olimpo, que nunca más reemplazará la balanza de Temis para que se un solo verbo manche con sangre la tierra y nuevas raíces nazcan. Hoy nace el nuevo árbol de vida, de cuya semilla de sangré germinó, hoy nace una nueva historia de cuyo hombre suplicó escuchar, suplicó contar y suplicó vivir.

El silencio son muchas cosas, el silencio es un llamado a lo desconocido, es guardar un secreto, es llegar a tener paz, es llegar a enojarse, es morir, es no querer dañar a alguien más, es no querer que me dañen a mi mismo; es respeto, es respeto por las personas que están en un hospital, es respeto por alguien q acaba de morir, es respeto hacia mi mismo, es no querer saber nada, es tener miedo, miedo de contar lo que está destrozando nuestra alma en ese momento, es tener miedo a ser señalado, es tener miedo a ser rechazado por las personas que queremos, es tener miedo a ser descubiertos, es tener miedo a que nuestra propia familia nos de la espalda, es tener miedo a que nos vean de una forma en que no somos, es tener miedo a ser juzgados, es cuando te despides de alguien y no puedes decir adiós, es quedarse viendo al teléfono detenidamente por esa llamada que tanto esperamos, el silencio es ausencia, el silencio es lo que abriga mi cuarto mientras escribo o dibujo y me transporto a m

Eme aquí caminando de nuevo por este bosque, oscuro en pleno medio día. Es curioso ver como cada rama llora en ausencia de sus ropajes de hojas verdes que avivan su vida. Da más miedo al ver como en menos de un parpadear el bosque cobra vida y muere en un santiamén. Es ver en carne propia la maldición de un demonio que ha venido a reprimir sus sentimientos y a estallarlos en ira. Camino y camino sin encontrar horizonte, y mi alma y corazón me piden seguir, mas mi mente teme por mi vida y grita desesperadamente que escape de ello, pues no es capaz de entender ese va y ven bipolar que asecha mi cuerpo e intenta arrancarme mi piel a aruñados de cada rama desnuda que intenta sofocar mi esencia . Es medio día dije, no hay ni una sola nube, y ni aún así los rayos del Sol quieren colarse entre las ramas secas, es como si pudieran ver aquello que mis emociones no, es como si tuvieran la misma visión que tiene mi mente, la misma visión de cada susurro que creo escuchar en mis oídos. Los susu