Espada de Corazón



Y así fue mi vida laboral hace unas semanas atrás hasta hoy en la mañana:
La misión empezó por forjar la espada más rápida y letal de todas. Fue todo una odisea conseguir los materiales necesarios para poder crear semejante obra de combate, horas de trabajos forzados y creando lluvias de sudor en cada martilleo sobre el hierro ardiente. Una buena arma por su puesto debe de estar acompañado de una gran armadura, y su confección no entró en duda. El día en que el herrero tuvo que presentarse ante el consejo para mostrar su trabajo hecho, lo pusieron aprueba si más despecho. Colocaron al herrero en medio del coliseo y encontraron al joven con tan solo un anillo en su mano derecha y unas ropas viejas. El consejo hablaba entre sí y reclamaban sobre la espada y armadura que le habían encargado y soltando los leones todos quedaron cegados. El anillo brilló y partículas de metal empezaron a expandirse de él, conectándose con sus ropajes creando así una armadura sin igual y una espada de gran semblante, mas no tomó ni un instante y el herrero se enfrentó a su atacante. Los leones estaban entrenados para el combate, era una batalla feroz, nunca se imaginaron cuan también funcionaba aquello en las manos de alguien que no era un guerrero. Una garra logró alcanzar a herirlo, pero él no llegó ni a sentirlo, y en un dos por tres acabó el conflicto.
-¡Triunfo! - Grita el herrero con anhelo, mientras el consejo suelta un velo y con ello da el visto bueno!

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