Día Más Oscuro Que La Noche



Han pasado varios años ya, desde que la guerra entre las sombras y la humanidad empezó, ya solo se muestra un paisaje lleno de destrucción, desesperación, explosiones de un lado a otro y una ciudad gigante en ruinas. Son las 12 medio día y aquella luz que ilumina las calles es la de los faroles, la del fuego que emana entre los escombros y la de las chispas que genera los golpes entre armas de cada persona y cada demonio en la lucha que parece no tener fin.
El tiempo día con día se detiene en el planeta apagando cada vez más cualquier rastro de vida, solo algunos pocos miembros de la resistencia se mantienen de pie en busca de recuperar la luz que alguna vez llenaba de vida el mundo que los vio nacer.
El concierto con el repique del choque de piezas metálicas, explosiones sin fin de un lado a otro parecen ser el epílogo del show.
La resistencia ha encontrado dos soluciones para acabar con la guerra, ninguna de fácil ejecución, ninguna sin consecuencias negativas. Los requerimientos son de una dificultad casi suicida y cada miembro debe de estar en la posición correcta para llevarlo acabo, cada uno solo, sin el apoyo de sus compañeros, lo cuál hace casi imposible la misión.
El camino fácil es la aniquilación total, combinar el poder de sus armas en un solo punto y hacerlas estallar en unísono para acabar con toda existencia de la Tierra y esta pueda empezar de cero. La segunda opción es rodear la matriz contaminada por las sombras, la cual está custodiada por los demonios de más alto rango y sacrificarse a sí mismos, para crear unos nuevos pilares de luz que empezarán a regenerar la vida humana nuevamente y exterminar poco a poco a los demonios, sin embargo si uno de ellos muere en el intento, no habrá vuelta atrás y el planeta quedará inundado en las sombras de por vida.








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