Cometa Celestial


La vida es tan irónica a veces, más cuando alguna vez se decidió no seguir a aquel cometa  ardiente y este termina estrellándose en alguna de tus islas trayendo con sigo mil y un lamentos, lamentos sin solución, debido a un veneno que cubre cada pieza del mismo. Añorando que le den alas para volar nuevamente y uno con la iniciativa, pero sin poder hacer nada, incapaz de encender esa llama que le permite surcar los cielos nuevamente. Lleno de parásitos que succionan su vida y su esencia más y más, hijos del Agujero Negro, que pudren todo a su paso, lentamente, como la peor de las torturas, carcomiendo lentamente su núcleo, buscando apagar así todo rastro de vida y uno de espectador, solamente tomando las palomitas y como quien dice... viendo el show continuar.

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